martes, 29 de abril de 2008

Clase Periodismo UAH 2008

Hola compañeros. Este blog ya lo tenia desde el año pasado y como pueden ver es igual que el transantiago: malo, blanco y verde pero con buenas intenciones.
Ojala lean lo que escribi sobre el poeta del Transantiago.
y estas fotos son parte del reporteo en mi comuna de Santiago.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Trava de las modernas micros de nuestro "eficente Sistema de Transporte Publico"

Rosa Martínez, una operadora de “Santiago Express 1” no debe dar entrevistas. Ni siquiera esta autorizada a decir a carabineros que hace en un paradero anotando todas las micros que pasan. Ella no sabe porque la empresa le pone esto como norma y luego de un rato de charla con el fin de obtener información, nos cuenta alguna de las mañas de los choferes. ¿Las empresas del Transantiago se estarán robando el dinero? En esta grabación podrá usted ver un paradero y sacar sus propias conclusiones.


lunes, 8 de octubre de 2007

Viajar con niños en el Transantiago

Sissi Contreras Pinto es de Arica y vive en Santiago hace diez meses. Tiene una hija de dos años. Ella debe tomar la micro y el metro constantemente ,claro, siempre en compañía de su pequeña. Su experiencia como madre que viaja con coche, bolsos, pañales y todo lo que normalmente transporta una mujer con guagua es lo que nos va a contar en la siguiente entrevista:

MI SONIDO

jueves, 13 de septiembre de 2007


Este es un panorama de aquellas micros nuevas a las que les teníamos fe en enero y que hoy queremos olvidar todos los días cuando llegamos a nuestros hogares. Arriba de una de ellas, va siempre manejando Don Enrique Andrade, un chofer de Transantiago de la empresa “Express stgo 1” y de las antiguas micros amarillas. Hace veinticinco años que se dedica al oficio y no es de esos que te gritan; sus temores, rabias y felicidades las descarga en un pedazo de hoja. Este es un personaje urbano que se dedica a la poesía.

En su recorrido en la 404 que va hacia Maipú por la Alameda, el se veía muy paciente: “Yo empecé a escribir a los 16 años cuando me enamoré la primera vez” dice él entre risas. Escribe sobre los seres humanos en general. Aprendió a escribir a lo bruto y que cada vez aprende más técnicas de redacción. Dejo de escribir durante diez años porque una vez tomo un libro de metica de versos y se dio cuenta que lo que escribía, gramáticamente, estaba mal.
El cree que el Transantiago como idea es buena pero que ha fallado porque los usuarios se han puesto muy cómodos: “Un amigo mío que vive en Canadá, veía las noticias de Chile y me decía por el chat, como es que la señora se queja porque llueve si aquí hasta cae nieve y nadie se queja, en todas partes llueve, en todas partes se hacen colas, solo que en Canadá si tienen horarios de salida y llegada los buses”. Don Enrique cuenta que todos los días lo insultan los pasajeros, y que hay que tener cuero para aguantar eso.

Cuenta que el no puede llegar a su casa a escribir después de un día de trabajo. Necesita unos tres días para limpiarse de la tención, cocinar… “Ahora con el Transantiago nosotros somos la cara representante, la gente no tiene con quien desquitarse, quiebra vidrios, rompe asientos. Cualquier cosa que pase, lo critican a uno. No creo que la mayoría de la gente sea mal educada. Es que generalizan gracias a la polémica que ha tenido esto. Para que haya una pelea debe haber dos, y yo…….. Nunca engancho” cuenta serenamente mientras maneja la micro.

Aproveche para preguntarle que era esa máquina que parece un mini computador que tienen al lado del volante, el me conto que es para comunicarse con la torre de control. No funciona. En ella el conductor debe indicar el numero de recorrido que se le asigna y si viene de vuelta o no. Estas solo empezaran a usarse cuando se pague cada vez que uno suba: ““ El peor error de esto es que los primeros días permitieron andar gratis. La gente se acostumbro, hacia lo que quería, suponían que todo era gratis, así que por eso llegan y se suben por atrás sin pagar”. No obstante Hay unas personas que cuidan las puertas traseras y no usan uniforme. A ellos les pagan las AFT (administrador financiero del transantiago) Lo encontré muy raro, ya que jamás me había fijado que existían y tenían pinta de sapos.

Don Enrique participó en un concurso de Antología del instituto Latino Americano de Cultura y fue uno de los elegidos para publicar una de sus poesías con la editorial Aries el 16 de noviembre. Viajará a Buenos Aires a recibir su galvano. Si gana la antología, 3000 ejemplares serán distribuidos con su obra completa y todo esto será gracias a la ayuda de la empresa del transporte público para la cual trabaja. El éxito ha sido tal que incluso le han propuesto musicalizar una de sus poesías que es con la que fue elegido para la Antología, esta se titula: “Que nos han hecho en Bagdad”. Él se encuentra escribiendo una novela, y comenta que aun la idea de publicarlo es poco madura y que le falta por avanzar todavía en ella.
Don Enrique posee varios estudios en temas relacionados con primeros auxilios, conducción a la defensiva por ejemplo y también tiene dos títulos: es técnico en abastecimiento e control de stock y electricista automotriz. Entonces me preguntaba porque seguía de chofer si podía tener un trabajo más tranquilo y me contaba que trabajo para un taller de la empresa de la micros amarillas de antes pero al tercer mes se aburrió: “Le dije a mi jefe: ¿Sabe qué? Quiero volver a la calle, todos los días vemos algo diferente, experiencias nuevas, algo que contar” y ya se había aburrido de ver a la misma gente de siempre: “Sí, uno mira a la gente, pero yo miro a las personas”.

Cree que la gente se va acostumbrar a cómo funciona ahora el transporte público:“Faltan buses y gente sepa que pasa como funciona la gente en la calle y en las torres de control. Por ejemplo yo venia lleno, reventado de gente hasta el fondo hace un rato, y ahora pasamos cinco micros al mismo tiempo, venimos todos tranquilos desocupados. Falta flota y personas que conozcan la pega de la calle. A nosotros que somos viejos y ya nos movemos, nunca nos preguntaron nada de cómo mejorar esto. Los creadores de este sistema nunca han andado en las calles”. En aquella micro realmente vacía, con Don Enrique que de verdad fue muy atento y simpático al responder mis preguntas, decidí dejar hasta ahí la entrevista y seguir el viaje con él ida y vuelta y seguir escuchando sus tantas anécdotas y voladas que hicieron que mi recorrido fuera muy tranquilo y pintoresco en un martes a las ocho de la noche.

Si usted quiere conocer la poesia de Enrique Andrade, entre a: www.paginadeloscuentos.net y busquelo por "SantosTobar".

martes, 4 de septiembre de 2007

domingo, 19 de agosto de 2007

un nuevo relato de Transantiago

Jueves 16 de agosto, 2007:
A las 12:10,mientras atravesabá por debajo la Alameda en el metro Los Héroes,unos guardias de ese medio de transporte corrían en desorden, y la gente miraba a todas partes, se decía que una mujer de unos 50 años se habría suicidado tirándose a los rieles del metro que corría en dirección Escuela Militar.
Carabineros llegó de inmediato al lugar. Empezaron a evacuar a todo el público. Existía entre algunos de los pasajeros que iban en el metro una atmósfera de pánico: “Veníamos en el tren, la conductora frenó, pegó un grito y de pronto nos enteramos que era una mujer que se había tirado”. Algunos decían que parecía ser un hombre.
Una mujer embarazada recibía ayuda de parte de personal del metro. Lloraba y también tiritaba. Le pregunté qué le había pasado y ella simplemente me miraba, pálida,balbuseando me dijó: “Estoy impactada... ¡Y es una mujer!”.
Mientras íbamos saliendo de la estación, un guardia del metro nos daba a todos un boleto de metro que decía: “Boleto de evacuación”.
Pregunté al personal de metro hasta que hora estaría cerrado, y me dijeron que durante tres horas. La gente mientras tanto, hablaba de lo ocurrido y se preguntaban si sería un hombre o una mujer que se mató, a pesar de que no sabíamos aún si era un suicidio o alguien que cayó simplemente.
Eran las 12:35 y no había rastro de ninguna ambulancia todavía.
La Alameda se veía repleta de gente tratando de tomar micro. De pronto, había unos diez comerciantes ambulantes que corrían de un lado a otro, entre la calle Ejército y Alameda.
Vi llegar al Samu, que conversaba con carabineros. Estuvieron unos quince minutos y luego se fueron. Le pregunté a Carabineros si era o no una mujer, ellos me dijeron que sí. Era una señora de unos 50 años aproximadamente según quienes trabajan en el metro.
A las 13:28, el metro ya estaba abierto nuevamente y el tránsito peatonal en la Alameda también se regularizaba.
A las 13:43 el cadáver ya había sido retirado del metro… Y ya con esto les perdí el rastro a los policias y a quien sea que haya sacado el cadáver. Entonces, compré un boleto de metro y bajé en dirección Escuela Militar y me paré justo donde yo había visto ropa tirada mientras nos evacuaban.
Don Víctor (quien no quiso darme su apellido) que trabaja en el metro como asistente al cliente me contó que sus compañeras se encontraban recibiendo asistencia sicológica:
“La señora parece que se resbaló, porque cuando la gente cruza la línea amarilla como que pierde el equilibrio. Se electrocutó con los rieles del tren. Este justo venia llegando y… ¡Pam!… La chocó dejando restos de su cuerpo esparcidos por todas partes. La gente del metro más que nada se preocupó en limpiar el lugar lo antes posible, pa’ que no quedaran restos de sangre ni de piel y órganos y pa' que la gente no se espante, imagínese usted todos los pedazos de cuerpo que salieron volando po’ y mis compañeros tuvieron que sacarlo todo, mas encima buscar que no faltara un dedo, una pierna…”. Para este procedimiento, él me contó que se pone una grúa junto al vagón, incluso antes de que se mueva el cuerpo. Después de este relato que él me dio, justo enfrente de donde ella había muerto y que ahora aparecía marcado por una gran mancha de aceite, decidí dejarlo hasta ahí, tomar el metro y partir.
Eran las 13:54.

lunes, 13 de agosto de 2007

morirse en hora punta

Ya hemos leído y quizás visto muchas veces que la gente se asfixia en el metro, que se desmalla y en mi caso que incluso se muera.
En el mes de mayo, me dirigía a mi casa en metro como todos los días. En la estación Los héroes dirección Escuela Militar, estaba todo lleno de gente a la hora pick pero ese día había mas gente que lo normal. Siempre camino hasta ponerme en los primeros asientos del metro para poder hacer combinación en Tobalaba más rápido pero ese día, el final de la estación, estaba todo cerrado. Había un hombre tirado en el suelo, este no estaba cubierto ni encima de una camilla y tenía el aspecto de estar desmallado. Unos tipos que parecían de primeros auxilios se paseaban por el lugar que estaba cerrado y controlado por estos señores de chaqueta verde fosforescente que trabajan en el metro desde que se creó el Transantiago. Recuerdo que una persona se paseaba con una manta blanca impecable con aspecto de recién planchada. No sabía si ese señor estaba bien o no, la verdad es que nadie sabía lo que pasaba, llego el próximo tren, me subí y olvide lo ocurrido. Al otro día por la mañana salía en todos los diarios y noticieros que era un premio nacional de periodismo el que yacía en la estación debido a un paro cardiaco que le dio arriba de uno de los vagones del metro en hora punta. Tito Edmundo Castillo Peralta. Se dice que no recibió suficiente ayuda de primeros auxilios del metro, me parece que es verdad ya que vi al señor muerto tirado ene suelo como si nada. Menos mal que no sabía que estaba muerto, hubiera sido muy impactante la verdad.
Creo que vale la pena contarlo ya que para nosotros futuros periodistas, el era alguien influyente y que hizo mucho por la profesión, y bueno por los primeros auxilios del metro.